UN TESORO OCULTO EN NUESTRAS BIBLIOTECAS
Los Tarots destinados a la nobleza medieval – verdaderas obras de arte de los mejores artistas de la época – a duras penas se han conservado y han llegado hasta nosotros.
Por consiguiente, es fácil comprender con qué dificultad los Tarots realizados para el pueblo – de factura menos preciada – pudieran conseguir pasar indemnes el paso de los siglos.
Sobre todo si se tiene en cuenta que hasta el siglo XVIII no hubo un interés anticuario particular por los objetos de uso cotidiano.
Salvamento Fortuito de Algunas Barajas
A pesar de la dificultad de conservación para las cartas de baja calidad, hoy podemos admirar varias barajas de Tarot en las bibliotecas más prestigiosas del mundo.
Su salvamento fue posible en la mayoría de los casos gracias a la costumbre de reciclar láminas enteras sin cortar para rellenar las encuadernaciones de los libros.
Solo en fase de restauración o de nueva encuadernación de estos libros han salido a la luz estos verdaderos tesoros ocultos.
Un Patrimonio Oculto en las Bibliotecas
Es razonable pensar que la mayor parte de los testimonios históricos sobre el Tarot aún está escondida dentro de la encuadernación de libros.
De hecho, no es raro encontrar algún nuevo hallazgo, que incluso puede llevar a vislumbres sin precedentes sobre la historia del Tarot.
Por lo tanto, cualquiera que se ocupe de textos antiguos, es posible que – sin saberlo – haya tenido entre sus manos objetos, ocultos durante siglos, de inestimable valor histórico y económico.