CARTAS DE JUEGO O NAIPES Y JUEGO DE AZAR
No solo de cartomancia está hecha la historia del Tarot.
En algunos períodos históricos – en especial desde el siglo XV hasta el siglo XVIII – el uso del Tarot como simple juego de cartas fue predominante.
En las posadas de la Europa renacentista, jugadores sentados a la mesa – con las cartas del Tarot en sus manos – daban lugar a verdaderos desafíos, por dinero o como pasatiempo.
Prohibiciones del Juego de Azar
El éxito de los juegos de cartas, a partir del final de la Edad Media, fue realmente excepcional.
Fue precisamente el intento de contener este fenómeno – por parte de señores y gobernantes – lo que nos brindó la mayor parte de los testimonios sobre el uso de las cartas.
Ya desde finales del siglo XIV, numerosos edictos y otras disposiciones prohibían – en varias zonas y con diferentes modalidades – el juego de las cartas.
De hecho, no eran raros los casos de personas que por el juego de las cartas terminaban descuidando sus deberes: laborales, religiosos y familiares.
Además, era frecuente que se jugara por dinero, incluso hasta apuestas muy elevadas.
Razones del Éxito del Juego del Tarot
El Tarot debe parte de su rápido éxito como juego de cartas al hecho de que se consideraba un juego de habilidad – a diferencia de las normales cartas de juego o naipes que a menudo se consideraban un juego de azar –.
Al ser el Tarot un juego menos gobernado por la suerte, dado que era más complejo, esencialmente disfrutaba del mismo tratamiento reservado al ajedrez.
Por lo tanto, el impulso al desarrollo del juego del Tarot fue muy grande, ya que casi siempre se consideraba un juego lícito, incluso donde el juego con las cartas normales estaba prohibido.